viernes, 18 de abril de 2008

CONSEJO NACIONAL DE MUJERES DEL PERÚ

CONSEJO NACIONAL DE MUJERES DEL PERÚ.
(Fundada el 23 de Marzo de 1923)

Miembro Activo: 1966. Presidenta (1980- 1983). Vice Presidenta del Comité de Bienestar Social, con sede en París. Consejo Consultivo del CNMP. 1997- 2001. Presidenta Honoraria Vitalicia de CNMP. (2006)


UNA VOLUNTARIA EJEMPLAR

Lima, 12 de abril de 1983.


Sra. María Vita de Alvarez, Ex Presidenta del Consejo Nacional de Mujeres del Perú; Dra. Isabel de la Peña de Calderón; Presidenta Honoraria Vitalicia; Dra. Isabel Reyes Carrillo, Consejera y ex Presidenta; Arquitecto Eduardo Orrego Villacorta, Alcalde Provincial de Lima; Dr. Rodrígues Larrian, Alcalde de la Municipalidad del Distrito de Miraflores; Dra. Matilde Pérez Palacios, Presidenta de INABIF; Sra. Margarita Temple de Aspillaga, Presidenta de la Sociedad Entre Nous; Sra. Aurora Merino de Gil; Srta. Graciela Ureta; Sr. Embajador Helio Bittencourt, Representante de Naciones Unidas; Sras. Socias Activas; Sras. Delegadas de Asociaciones Afiliadas; Sras., y Sres.:

Permítanme iniciar mis palabras agradeciendo muy efusivamente a la Sra. Margarita Temple de Aspillaga, Presidenta de la Sociedad Entre Nous, por la gentileza que ha tenido al cedernos este hermoso local para presentar nuestro homenaje a la Sra. María Vita de Alvarez por la trayectoria de trabajo, que es su vida misma, y que ha culminado con la Presidencia del Consejo Nacional de Mujeres en el trienio 1980- 1983.

La obra fecunda y abundante de una mujer que se ha dedicado desde su adolescencia al voluntariado en el bienestar social no se puede presentar en unos cuantos minutos. Pero les daré algunas pinceladas de esa obra y quisiera principiar por detallar algunas de sus cualidades.

Conozco personalmente a la Sra. María Vita de Alvarez desde 1974. Desde que la conocí me llamó la atención una de sus características y creo que es aun hoy una de sus cualidades que sobresale: su gran sencillez. A medida que la fui conociendo más me di cuenta que une a esa sencillez, un gran desprendimiento llegando muchas veces a entregar a otros aun lo que le hace falta a ella con tal de ayudar al necesitado.

Marita tiene el don de la palabra, y solo se necesita oírla hablar unos minutos para saber que hablar lindo es otra de sus características. Sabe decir una frase juntando los mejores vocablos para dar el mejor sonido, con la mayor exactitud y hacer la expresión más perfecta. No nos extraña, entonces, que sepa hacer versos. Me dicen que tenia 6 años cuando estando en una fiesta de niños, asombró a una prima suya porque espontáneamente, le dedicó y recitó una poesía suya. Ha cultivado toda su vida este don pero los resultados los guarda, así que conocemos muy poco de ese don que Dios le ha dado y es una lástima que no haya habido oportunidades suficientes para escuchar más de esa obra, de sus poemas, que como acabamos de apreciar son música en palabras.

Los poemas con que hoy nos ha deleitado la Srta. Ureta, son de los que fueron coleccionados en el primer libro de las obras de poetisas peruanas que el Consejo Nacional de Mujeres del Perú, editó hace ya muchos años. Parece que hay unos cuantos poemas más publicados, pero eso es todo, la gran mayoría de esa obra esta aun esperando deleitarnos en una publicación.

En cuanto a la magnitud de su trabajo en el voluntariado de bienestar social es inmensa, tan grande que uno se pregunta, ¿cómo lo hace?. Creo que una de sus fuentes donde alimentar sus fuerzas para seguir trabajando con tanto ahínco es la que le proporciona la familia feliz que ella ha formado. Colabora con su esposo y él con ella constantemente, teniendo ella en él su mejor consejero y su más fuerte apoyo.

Cuando el Dr. Juan Alvarez Segura fue alcalde de Chosica, ella fue Presidenta del Comité de Damas de la Municipalidad. En esa función ella creó el primer consultorio pediátrico adecuadamente dotado en el Centro de Salud y el Primer Jardín de la Infancia en esa ciudad. Logró dotar al Distrito de cuatro parques infantiles y se reconstruyó totalmente el que había dejado de funcionar en el Parque Principal. Prestó atención directa a las madres de familia de los pueblos jóvenes para instruirlas en sus labores hogareños y se realizaron campaña sobre la responsabilidad paterna.

Fue en este mismo período, en la década de los cincuenta, que entró a formar parte de la Junta de Beneficencia de Chosica, de la cual es socia fundadora. Esta Institución durante los primeros 15 años se dedicó a la atención de gente de aguda pobreza, ayudándola en asistencia médica, compra de medicinas, colocación en centro laborales, medios para realizar trabajos en su propio domicilio con rendimiento económico, gastos funerarios, etc.

Cuando la Junta adquirió su propio local, destinó gran parte de él a una Cuna Materna y Jardín de la Infancia, que ha permitido hasta ahora la atención diaria de más de 50 niños, hijos de trabajadores manuales, los que reciben alimentos y atención pedagógica y médica. Durante la Presidencia de la Sra. Alvarez se pudo aumentar al número de niños atendidos, gracias a la obtención de víveres y donativos económicos.

Ha sido Presidenta del Comité de Damas Rotarias de Chosica- Chaclacayo, manteniendo estrecha relación con los Comités de Damas de todo el país, especialmente con los de Lima Metropolitana. Cuando el Sr. Alvarez fue Gobernador de los Rotarios del Perú, ella apoyaba su obra en los Comités de Damas y siguiendo el lema “Dar de sí antes que pensar en si”, incentivó las actividades de los Comités de Damas en los Clubes Rotarios de toda la región sur del Perú.

Ha tenido actuación relevante en el Secretariado Nacional de Instituciones Privadas de Bienestar Social. Ella es una de las fundadoras de esa Institución habiendo ocupado en el primer año la Secretaría de Actas y luego fue elegida Secretaria General. Fue en ese período que sucedió el terremoto de 1970 y ella trabajó preferencialmente, por la atención de los damnificados. Su Comité Directivo se declaró en sesión permanente ante la terrible tragedia; abrió un registro de voluntarios y ubicación de los mismos y se coordinó para establecer tres hospitales de emergencia, cada uno bien equipado: uno en el Colegio Champagne, otro en los salones de la Iglesia Fátima y el último en los salones de la Iglesia de los Padres Carmelitas. Fue en ese período de su presidencia, que el secretariado fundó, también, las Filiales de Trujillo y de Arequipa y que se firmó el convenio con la UNICEF por el cual el Secretariado tomó la venta exclusiva, al por mayor, de las tarjetas de UNICEF. Es el porcentaje sobre estas ventas que ha permitido al Secretariado alcanzar todos sus objetivos y que, al poco tiempo pudo obtener su local propio.

La Sra. Alvarez es una antigua adherente a los postulados de las Mesas Redondas Panamericanas del Perú donde ha hecho continuos aportes en la actividad de la Mesa de Lima. Ha desempeñado con acendrado panamericanismo funciones de Parlamentaria; Directora de Cuadros y ha sido integrante del Comité Directivo de la Asociación que agrupa a las Mesas establecidas en nuestro país.

En 1976, cuando era primera vice-presidenta del consejo Nacional de Mujeres del Perú, en el primer período de la presidencia de la Dra. Isabel Reyes, tuvo, capaz, la Sra. Alvarez, una de las mejores oportunidades de mostrar su dedicación al desarrollo del bienestar social, al aceptar una Concejalía en el Consejo Provincial de Lima. Por 2 años se desempeño en la Inspección de Bienestar Social donde tuvo como función primordial, dirigir la política asistencial del Municipio de Lima, las Cunas Maternales sostenidas por este Consejo, la conducción de la Ciudad de los Niños, en la etapa transitoria asumida por el concejo y el Albergue de Mendigos “ María Rosario Araoz”. También durante esta gestión se fundo la Cuna de “Las Mercedarias”.

Pertenece al Consejo Nacional de Mujeres del Perú desde 1967; se ha desempeñado como coordinadora desde el 71 al 74 y como vice-presidenta en dos trienios, desde el 74 hasta el 80. Fue elegida presidenta en 1980 por un período de 3 años y es esa labor que celebramos hoy día. Yo tuve el privilegio de trabajar bajo sus órdenes como su primera vice-presidenta por lo que puedo asegurar que nunca tomó una decisión sin antes cambiar ideas sobre el tema con los miembros de su directiva. Cuando el consenso general la llevaba a una posición, antes de actuar, volvía a conversar sobre el tema para estar segura que la mayoría estaba de acuerdo. Con ella se trabajó en grupo y era la decisión de mayor peso en el grupo la que dirigía el camino de acción.

Trabajó intensamente en esta función. Ella quería que todo saliera bien. Había días que le dedicaban 8, 10, 12 horas seguidas y creo que en los domingos y días feriados más han sido lo que dedico a trabajar por la obra del Consejo que los que dedicó a descansar.

La obra realizada en esos tres años está descrita en la Memoria que ella presentó con motivo del cambio de Directiva y que muchos de Uds. ha leído por lo que no volveré a repetirla. Pero hay algo que, no está escrito en esa memoria y que debo destacar y es el esfuerzo que hizo para que cada una pudiera dar lo mejor de sí en el trabajo en común que realizamos. Ella vigilaba que la obra que los grupos de trabajo cumplan siquiera los lineamientos trazados por el Consejo de Mujeres, pero dentro de eso, daba amplia libertad y apoyo para que cada una expresara sus capacidades según su propia voluntad y que el trabajo de cada socia ya fuera en una Comisión o individualmente fuera la expresión de su propia decisión.

Nunca entorpeció una obra, nunca quiso imponer su decisión, al contrario alentaba toda iniciativa y la dejaba hacer. Creo que esta es una lección que debemos aprovechar, ella como presidenta del Consejo, ha sabido mostrar su capacidad de liderazgo sin jamás disminuir la iniciativa de las mujeres que trabajamos a su lado.

Hay aquí una oportunidad para resaltar la labor del voluntariado a la que muchas mujeres como ella han dedicado gran parte de su vida y sacar una lección de este ejemplo. Un ejemplo que puede servir de pauta para la mujer joven de clase media y alta que aún no se ha dado cuenta que tiene una obligación más que cumplir, de las muchas que le da la vida, y que es: ayudar al prójimo. No podemos en las condiciones que vive el Perú, tener aun mujeres jóvenes en excelentes condiciones de salud, que solo son “figuras de salón”. Es necesario que la mujer que no tiene grandes obligaciones en su casa, se de cuenta que tiene que dedicar algo de su tiempo a colaborar con instituciones en ayuda de la sociedad.

Si las circunstancias que la rodean son tales que no puede alcanzar una profesión y desarrollarse ejerciéndola mientras ayuda a la sociedad, ella puede realizarse encontrando la forma de ayudar a la comunidad en obras de voluntariado. Pero el voluntariado será un éxito y cumplirá su función en el medio donde actúa, solo y vuelvo a insistir, solo, cuando las que forman ese voluntariado se preparen día a día, a hacer mejor lo que pretenden cumplir. Este prepararse no solo debe ser adquirir el hábito, la rutina, sino perfeccionar métodos, perfeccionar actitudes, aprender a hacer mejor aquello que se esta haciendo allí donde se esta actuando.

Quien no adelanta, retrocede, es una verdad de hoy y siempre y el camino más seguro para adelantar es perfeccionarse, es superarse, todos los días. El voluntariado puede ser negativo en el medio en que actúa si quien lo ejerce no trata de actualizarse y no trata de aplicar los métodos modernos que el desarrollo de la ciencia le esta indicando para su labor. Por lo que me permito sugerir a las Asociaciones Afiliadas que se dedican al bienestar social o a cualquier obra en progreso de la sociedad, que como grupo traten de ayudar a sus miembros a superarse; que organicen constantemente como parte de su función, conferencias, charlas o seminarios en que personas especializadas den información sobre los últimos adelantos en la labor que ellas como grupo están realizando o desean realizar.

La Sra. Alvarez ha recibido algunos premios por su labor en bienestar social. Entre ellos destacan: la medalla de la ciudad, entregada por la Municipalidad de Chosica por su labor en ese distrito y la Medalla del Rotary International. El Consejo Nacional de Mujeres del Perú no podía quedarse ajeno a este reconocimiento y el 4 de marzo le acaba de entregar la Medalla de Honor del Consejo. Premio que fue concebido para honrar a aquellas mujeres que más se han distinguido en los diversos campos de acción en el Perú. Este premio fue creado en el período de la presidencia de la Sra. Anita Fernandini de Naranjo y aunque ella no tuvo la oportunidad de estar presente en el momento que la Sra. Alvarez la recibió, creo que desde el más allá debe haber sonreído de felicidad, porque una vez más se cumplieron sus propósitos, la Medalla ha distinguido a una mujer que se ha entregado a hacer el bien. La Municipalidad de Lima también ha premiado su labor dándole el Diploma de Honor de la Municipalidad de Lima. La nueva Junta Directiva del Consejo de Mujeres no podía permitir que una mujer de tanta experiencia en la labor de bienestar social dejará de influir en las decisiones del Consejo de Mujeres y es por ello que apenas nos hemos instalado la hemos nombrado nuestra Asesora para el período 1983- 1985 y esperamos que muy pronto después de un merecido descanso, se integre al Comité Consultivo del Consejo Nacional de Mujeres del Perú.

Hemos organizado un colectivo al cual muchos de ustedes, se han adherido ya y que seguirá abierto hasta mañana, El propósito es hacerle un obsequio que ella pueda dedicar a una obra de bien.

Sra. María Vita de Alvarez, nuestra querida Marita, la Junta Directiva que presido, en nombre de las Socias Activas del Consejo de Mujeres del Perú y de las Asociaciones Afiliadas que la integran, hace público su aprecio a Ud. Y a la Junta que la acompañó por la labor cumplida en el período 80-83 y en mérito a ese reconocimiento le entregamos este Diploma. Muchas Gracias.


Lucia Pozzi Scott de Gerold

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